Deliciosa comedia romántica sesentera sobre una pareja de recién casados que apenas se conocen y sus primeros días de convivencia tras su semana de luna de miel. Se enfrenta su amor con la realidad de la vida, y los seis tramos de escalera sin ascensor, un cuarto de baño sin bañera, y un cuchitril de apartamento por el que pagan más del doble de lo que vale, incluído el aire acondicionado en pleno invierno neoyorquino.
Es tan buena que viéndola te transporta a tu propia vida, donde todos tenemos nuestra Jane Fonda, alocada y vivaracha, con la sonrisa sempiterna en la boca y las ganas de vivir en todo lo que hace, y supongo que ellas tienen su Robert Redford en mayor o menor medida, recto y estirado, intentando poner los pùntos sobre la íes en esto de la vida real mientras ellas quieren seguir viviendo en el mundo onírico del amor.
Además, para cerrar el círculo, la pareja madura de los excelentes Mildred Natwick y Charles Boyer, que vienen ya pasados de todo, y que a la vista de la joven pareja se contagian y se dan una nueva oportunidad. Destacar también la labor del director, Gene Saks, que nos transporta a ese "carpe diem", a ese vivir el momento al que nos empuja una preciosa Jane Fonda, con piedras en el camino, pero con ese amor que puede con todo los convencionalismos, a ese disfrutar de descalzarse en el parque sin que no te importe más que tu pareja y lo que estás construyendo con ella.
Una película para enamorarse, o para volver a enamorarse. Notable, 8.