Aunque parezca mentira Ernst Lubitsch ya en el año 1933 preveía la llegada de una sociedad matriarcal en este triángulo amoroso compuesto por la atractiva Miriam Hopkins que maneja la relación a su antojo con sus dos enamorados, Fredric March y Gary Cooper, con Edward Everett Horton como vértice del triángulo.
Comedia romántica inteligente, adelantada a su tiempo, donde los diálogos son verdaderos puñales y donde el humor se respira en el ambiente en cada escena, con un sabor elegante y austero.
Notable, 8.