Cuando uno deja de luchar contra una enfermedad terminal para poder convivir con la certeza de que la muerte tiene fecha de caducidad, y que quieres que esos momentos últimos los puedas vivir dignamente para poder poner todos tus asuntos en regla y poder despedirte de los tuyos mirándolos a la cara, debe ser una buena forma de morir.
Un 6 para este dramón, se equivocaron al catalogarla de comedia romántica.