Película rodada antes de que terminara la Segunda Guerra Mundial con un afán propagandístico para el pueblo americano y sus soldados, preparándoles para los lanzamientos de sendas bombas atómicas sobre Hiroshima y Nagasaki que pusieron el final a la guerra con la rendición incondicional del Japón. No en vano, el periodista que les acompaña (hecho que se produce en otras películas bélicas como la Chaqueta Metálica, o Cuando éramos Soldados, Good Morning Vietnam entre otras,) y tras encontrar a compatriotas torturados por el enemigo, habla a gritos de erradicar al Japón de la tierra.
Film con mucho ritmo, al ser filmada en blanco y negro permite oculta que las selvas birmanas no son más que el Central Park donde fue rodada principalmente, con un gran Errol Flinn bajo la batuta de Raoul Walsh, uno de los mejores sino el mejor contador de historias. Como curiosidad la aparición como burka del cantante de soul James Brown, eterno.
Muy buena película teniendo en cuenta cuándo y en las condiciones que se rodó. Un 8 y a favoritas.