Me esperaba algo muy diferente a lo que he visto.
Estamos ante una serie que intenta que el espectador viaje por la “locura” y sentimientos de cada uno de los personajes. Sin embargo, no lo consigue y el producto final es un “Resacón en Las Vegas” con menos locura.
Todo hay que decirlo, la serie se te hace corta, ya que sigue el formato de 20 minutos cada capítulo repartidos en una única temporada con un final ¿cerrado?. La verdad es que deja algo en el aire, que no llegan a explicar, pero ¿qué más da?. A nadie les ha importado.
Aunque, tenemos cosas buenas, como la actuación de los actores, los cuales consiguen que cada uno de esos personajes tengan una personalidad propia. Hasta el actor Beau Mirchoff que repite papel de “poco listo”, tal y como pudimos ver en la mítica serie de MTV La Chica Invisible.
Y poco más se puede decir de esta serie que tuvo potencial, pero no supieron cómo exprimirlo para llegar a ser algo.