Inquietante thriller de investigación criminal de un psicópata que comete crímenes de mujeres siguiendo los patrones de otros grandes asesinos en serie, lo que descubre una psiquiatra que padece agorafobia después de ser atacada por uno de ellos estando a punto de perder la vida.
Esta en la puesta en escena que nos ofrece Jon Amiel, que procura no recrearse en las nuevas víctimas de las que apenas tenemos noticia, sino en la relación entre la doctora, interpretada magistralmente por Sigourney Weaver y la pareja de investigadores, Holly Hunter y Dermot Mulroney, y como se va elevando el clímax y el suspense entre las cuatro paredes del apartamento al que se reduce el mundo de la doctora dada su enfermedad.
Suspense elevado al cubo, en esta buena película que recomiendo encarecidamente a los amantes del género.
Notable, 7.