Apuntaba maneras esta película,... pero terminó siendo decepcionante.
Podría haberse convertido en una película de renombre dentro del género de tiburón, pero termina quedándose como un “quiero pero no puedo”.
Durante toda la película vamos viendo un sinfín de escenas a cámara lenta, que nos da que pensar que Zack Snyder está por ahí escondido.
Por otro lado, el tiburón está bastante bien, siendo una de las pocas cosas que podrían gustarte, pero… la cámara hace que pierda toda credibilidad y de la sensación de ser un mero muñeco inofensivo.
Eso sí, tendremos escenas de sangre y violencia, como bien nos contaron en diversas noticias, pero… ¿Cómo se puede hacer de mal una escena de un tiburón devorando a una persona para que no sea nada creíble?
Otro engaño más, como el vivido anteriormente con “Tiburón Negro”. Al menos, en esta ocasión, no estamos hablando de un título de sobremesa, con aires de telenovela latina y un tiburón malhumorado con ganas de cepillarse los dientes con alguna persona.
El ejército, no es ejército. Y el tiburón agresivo, no es un tiburón agresivo.
Todo está mal en esta película, le duela a quien le duela. Tiene momentos graciosos, donde algún personaje apunto de ser eliminado suelta algún chiste para “calmar las aguas”.