Canal 4 inglés lo ha vuelto a hacer, a conseguido nuevamente tocar la fibra sensible con un producto sui generis, con una forma de narrar una tragedia como que un vecino acabe con la vida de quince personas aleatoriamente, y cómo a través de los supervivientes que han perdido a un ser querido vemos el origen de la historia, el porqué se llegó a un asesinato múltiple, y el dolor, el terrible dolor de la pérdida de un ser querido.
Además, nos traen a otra víctima, un niño al que la misma comunidad acosó tras la muerte de su padre, un niño que vuelve hecho un hombre como periodista a cubrir la información del asesinato, un niño que guardaba su dolor y su revancha.
Grandes actuaciones, con Rory Kinnear y Sean Harris al frente, y una gran dirección que a lo largo de cuatro capítulos salta del presente al pasado y del pasado al presente sin solución de continuidad, sorprendiendo al televidente y tocando sus fibras más sensibles.
Interesante, 6.