No hace mucho, vi la película de Mega Shark vs Kolossus, por lo que, me apetecía volver a encontrarme con una nueva pelea de gigantes.
Así que me decidí por la película Sharktopus vs. Pteracuda, la cual llevaba tiempo en la lista de pendientes.
Más o menos, sabía lo que me iba a encontrar, una película cutre con efectos especiales cuestionables y alguna escena que quedará plasmada en los libros de historia del cine.
Pues esos tres ingredientes estuvieron presentes en la película.
Sin embargo, tras el inicio de presentación de los titanes, el guion los dejó de lado para dar paso a un sinfín de personajes de carne y hueso discutir sobre quien tiene la culpa.
¿Perdona? Yo vine a disfrutar de una película, donde unas criaturas gigantes se dan hasta en el carné de identidad y alguna que otra escena, donde dichas criaturas se alimentan de humanos, los cuales no serán recordados por nadie.
Así que sí, ha sido un poco decepcionante, pero aún así, nos han ofrecido una de las escenas más increíbles del cine de serie B. Solo tenéis que verla y una vez que terminéis la cinta, sabréis de que escena os estoy hablando.
Maravillosamente cutre y “sádica” que hará que cualquier amantes de este género la adore.
Aunque Kevin O'Neill sigue estando muy lejos del nivel de Mark Polonia o Anthony C. Ferrante, sigue teniendo un gran potencial para ofrecernos películas cutres con escenas inolvidables.