iNTERESANTE terror japonés rodado en los 60 de la epoca feudal japonesa . Filmada en blanco y negro mediante la técnica del Tohoscope, «Onibaba» destaca por su peculiar iluminación en clave baja y por el marcado contraste de las escenas diurnas.
El guión, es una adaptación libre de la parábola del budismo Shin «Niku-zuki-no-men», cuya traducción al castellano viene a ser «La máscara con carne adherida». El relato originario cuenta la historia de una anciana que se coloca una máscara de demonio para asustar a su hija y evitar que ésta acuda todas las noches a rezar a un templo. Buda castiga este comportamiento y propicia que la careta se adhiera a su rostro. Desesperada, y consciente de su actitud errática, emite plegarias en busca del perdón. Buda accede pero a cambio su rostro queda desfigurado.
.«Onibaba» -«Vieja arpía» en castellano- cuenta la historia de dos mujeres, una campesina de mediana edad y su nuera (Nobuko Otowa y Jitsuko Yoshimura), que sobreviven en un terreno pantanoso próximo a Kyoto quitando la vida a samuráis perdidos, heridos y desertores de una guerra
Onibaba transmite la misma sensación de miedo y desamparo que se tiene
al abrir una puerta tras la que se esconde la oscuridad absoluta. Invoca
el terror más elemental y primigenio, sin tener para ello que echar
mano de presupuestos desmesurados ni efectos digitales.