Película de culto sobre los pioneros americanos a la búsqueda de nuevas tierras para establecerse en el continente americano, tan épica como sus frases siempre recordadas como la del capitán del barco "Nunca debimos abandonar el Mississippi", o la de James Stuart y sus camisas, "la puesta, la de recambio y la sucia".
Western crepuscular conducido de forma brillante por Anthony Mann, un verdadero especialista, con su actor fetiche, James Stewart en el papel protagonista, un tipo de dudosa reputación que va buscando la redención, como tantos otros y un cambio de vida para establecerse con el resto de los colonos como ranchero o granjero.
Una extraordinaria fotografía, una gran banda sonora, luchas fratricidas, indígenas en pie de guerra, juego, barcos, carretas, ganado, y oro, la búsqueda del oro y lo que atrae con él, en este western inolvidable de la conquista del oeste.
Sobresaliente, 9 y a mi rincón de favoritas.