El guionista Beau Willimon (Andor, Los idos de marzo) recibe la oportunidad de Netflix de crear su primera serie, una nueva adaptación de la novela "House of Cards" de Michael Dobbs, un intenso thriller político.
La serie inicia cuando su protagonista, el congresista Frank Underwood, no es elegido Jefe del gabinete como le había prometido el nuevo presidente al que ha ayudado a ganar las elecciones. A partir de ahí, vemos cuál es su forma de actuar para ascender en el poder, buscando a otro congresista al que chantajear, una periodista que le filtre noticias interesadamente, un miembro de seguridad que le sea fiel… La trama es muy interesante, pero la grandeza de la serie reside en tres pilares: un buen guion, una buena dirección y una brillante interpretación.
La serie muestra lo cruda y despiadada que es política estadounidense, con un estilo oscuro y atrevido, rompiendo la cuarta pared en ocasiones, y lleno de intrigas y giros que te mantienen enganchado, dando como resultado un brillante y adictivo thriller.
Kevin Spacey, como Frank Underwood, hace el que, seguramente, una de sus interpretaciones más memorable, mostrando las dos caras de político ambicioso y manipulador, que se hace el ingenuo e inocente cuando desea, pero que después deja ver la persona fría y calculadora que es. Gran acierto en escoger a Robin Wright como Claire Underwood, para darle la replica a Spacey. Wright consigue mostrar la versión femenina de Frank, que va creciendo en cada temporada.
Lo que más me ha hecho disfrutar de "House of Cards" es como sabe criticar el sistema político estadounidense con cinismo y realismo a la vez. Sin duda, una de las grandes series para quienes nos gustan las series políticas.
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El guionista Beau Willimon (Andor, Los idos de marzo) recibe la oportunidad de Netflix de crear su primera serie, una nueva adaptación de la novela "House of Cards" de Michael Dobbs, un intenso thriller político.
La serie inicia cuando su protagonista, el congresista Frank Underwood, no es elegido Jefe del gabinete como le había prometido el nuevo presidente al que ha ayudado a ganar las elecciones. A partir de ahí, vemos cuál es su forma de actuar para ascender en el poder, buscando a otro congresista al que chantajear, una periodista que le filtre noticias interesadamente, un miembro de seguridad que le sea fiel… La trama es muy interesante, pero la grandeza de la serie reside en tres pilares: un buen guion, una buena dirección y una brillante interpretación.
La serie muestra lo cruda y despiadada que es política estadounidense, con un estilo oscuro y atrevido, rompiendo la cuarta pared en ocasiones, y lleno de intrigas y giros que te mantienen enganchado, dando como resultado un brillante y adictivo thriller.
Kevin Spacey, como Frank Underwood, hace el que, seguramente, una de sus interpretaciones más memorable, mostrando las dos caras de político ambicioso y manipulador, que se hace el ingenuo e inocente cuando desea, pero que después deja ver la persona fría y calculadora que es. Gran acierto en escoger a Robin Wright como Claire Underwood, para darle la replica a Spacey. Wright consigue mostrar la versión femenina de Frank, que va creciendo en cada temporada.
Lo que más me ha hecho disfrutar de "House of Cards" es como sabe criticar el sistema político estadounidense con cinismo y realismo a la vez. Sin duda, una de las grandes series para quienes nos gustan las series políticas.