Película para los más nostálgicos…
Aunque nos encontramos con el claro ejemplo de que no todo producto que se venda como “nostálgico” termina siendo bueno.
Pues estamos ante una película de comedia de terror que trae de vuelta toda la locura del efecto 2000, siendo incluso una posible “crítica” a la actualidad por todo el boom de las inteligencias artificiales.
La premisa es buena… como bien habéis leído.
Pero en una película de este nivel necesitamos gente con carisma, que consiga que el espectador no se despegue ni lo más mínimo. Sin embargo, el comienzo ha sido demasiado lento, aunque comprendo que necesario para conocer realmente a los personajes, pero lo podrían haber enfocado de otra manera y no con ese ritmo que podría hacer bostezar a cualquier espectador.
Por otro lado, tenemos a unos personajes que no expresan emociones y no, no lo digo por la actriz Rachel Zeglet, lo digo en general. Parece que todos los actores estuviesen limitados a la hora de actual e, incluso, nuestro querido Fred, cantante de Limp Bizkit, que ni cantando una de sus canciones más exitosas consiguió hacer que me emocionara.
Y parece que esta crítica es un ataque personal hacia la película, pero no… quitando todo eso, tiene cosas buenas.
Como el traer aquella época de los 2000, donde la tecnología se está haciendo un hueco entre la población, los videoclubs estaban gobernando y las tribus eran protagonistas en cualquier institución.
Pero como he dicho anteriormente, eso no ha servido para conseguir que esta película me atrape.