Liviana comedia romántica "a la italiana", donde sólo el talento de Vittorio de Sica y de Luigi Comencini, su director, destacan, y la salvaje belleza de Gina Lollobrigida, que esta vez alejada del glamour de la alta sociedad, y sin grandes vestidos y maquillajes da la sensación de tener muchos más talento que los papeles que interpretó en Hollywood.
Quizás lo mejor de la película sea ese pueblo chismoso perdido del mundo, donde los convencionalismos sociales y los chascarrillos son los verdaderos protagonistas, y las habladurías de las gentes sencillas.
Humor tranquilo, sin aspavientos, con algunos puntos buenos que te hacen marcar una sonrisa en los labios que nunca llega a carcajada.
Aprobado, 5. Tuvo, curiosamente, varias secuelas e incluso fue candidata al Oscar.