"Dadme lo que quiero y me iré de aquí" es el críptico mensaje que aparece una y otra vez tras los luctuosos episodios que se suceden a lo largo de los tres capítulos de la miniserie. Todo ello sin ninguna explicación lógica, sin ningún motivo aparente, simplemente por una voluntad sobrenatural que posee todos los secretos que ocultan los isleños en lo más recóndito de su ser.
La presencia demoníaca que infunde terror en gran parte de la obra de King, aquí aparece mucho más clara y definida, la vamos viendo a lo largo de los capítulos con demostraciones palpables, pero siempre con la duda de qué es lo que ambiciona, y porqué a estas personas en esa isla durante una terrible tormenta.
Inesperado final, y duro, muy duro para todos los isleños. Sin duda una de las mejores adaptaciones de Stephen KIng para el cine o la TV. Te deja la misma sensación de tristeza, de haber perdido algo que nunca vas a recuperar como a los propios protagonistas, como al propio Anderson.
Me ha gustado. Un 8 y recomendada a toda la legión de seguidores de este autor.