David Slade toma el relevo en esta tercera entrega que logra remontar, aunque levemente, el vuelo. El triángulo amoroso entre la humana, el vampiro y el licántropo continúa siendo el nexo de la historia, con sus altos y sus bajos, pero sin dejar de ser demasiado almibarada.
Sin embargo, la venganza de Victoria contra Bella toma un nuevo cariz, y nos ofrece acción y algunas buenas escenas que cambian el paso de la Saga, lo que sin duda se agradece y le dota de un aire fresco del que venía careciendo. Aparecen nuevamente los Volturi, exigiendo que Bella sea convertida y por fin le ponen fecha al matrimonio entre humana y vampiro, aunque eso lo veremos en la próxima entrega.
Aprobado, 5.