The Ugly Stepsister no es una simple vuelta de tuerca al cuento de Cenicienta. Es un puñetazo quirúrgico —y a menudo repugnante— a los estándares de belleza que nos han vendido desde la infancia. Emilie Blichfeldt debuta con una película que mezcla sangre, pus, bisturíes y poesía adolescente en una sátira brutal del culto al cuerpo y del amor romántico como premio.
La historia no gira en torno a la dulce y perfecta Cenicienta, sino a Elvira, su hermanastra "fea", que ansía desesperadamente ser amada y admirada. Lea Myren entrega una interpretación física y emocionalmente desgarradora, en un personaje que pasa de ser torpe e inocente a convertirse en víctima —y cómplice— de una maquinaria estética salvaje.
Visualmente, la cinta es un festín barroco y grotesco. Vestidos de ensueño se mezclan con cuerpos deformados, prótesis, larvas y fluidos corporales. El diseño de producción y el vestuario (firmado por Manon Rasmussen) evocan un cuento medieval enfermizo, mientras la cámara de Zyskind se regodea en lo incómodo, como si Lars von Trier dirigiera un capítulo de RuPaul’s Drag Race en el infierno.
Su humor negro, incómodo y muy físico, funciona por momentos, aunque hacia el tramo final la película peca de reiterativa: más cirugía, más vómito, más mutilación... menos impacto. La crítica social se mantiene firme, pero pierde algo de filo al caer en la saturación.
¿Es una película fácil de recomendar? No. ¿Es memorable? Absolutamente. The Ugly Stepsister es tan incómoda como necesaria. Y aunque no alcanza la precisión de La sustancia, tiene el mérito de no dejar indiferente a nadie. Una película que, como su protagonista, sangra por gustar... y duele más cuanto más lo consigue.
La actriz Lea Myren no ha logrado destacar en trabajos anteriores a los de “La Hermanastra Fea”, sin embargo, en este último trabajo consigue deleitarnos con una de las mejores actuaciones que hemos podido ver este 2025.
Su personaje consigue transmitir al espectador ese asco que siente de sí misma, por no ser lo suficientemente guapa para la persona que ama. Para ello consigue hacer cualquier cosa y cuando digo cualquier cosa… es cualquier cosa.
Pues estamos ante uno de los mejores personajes que hemos podido ver en el cine de terror con una de las “mejores” evoluciones que podríamos ver. Cierto es que el ritmo es lento, pero necesario, para llegar a ver el cambio que poco a poco va realizando Elvira y como va entrando a un lado oscuro de no retorno.
Por otro lado, la ambientación es perfecta para la historia, donde estamos en un “cuento de hadas oscuro y siniestro”. Cenicienta queda en segundo plano y, ya que la película está hecha con la visión de su hermanastra, vemos una actitud despreciable hacia Elvira, algo que el espectador verá a la perfección.
Y todo ello terminará con una escena bastante bruta, donde, si eres aprensivo, te recomendaría que no vieras.
Una de las mejores adaptaciones a un personaje Disney que podrás ver a día de hoy.