A pesar de que está basada en un equipo real de rugby en EEUU y que el personaje del entrenador del mismo es legítimo, el resto es un mal calco de la Selección de Nueva Zelanda, los "All blacks" y la danza con la que inician los encuentros pertenece a esa Selección y sus jugadores, no del equipo estadounidense reflejado en la película que se arroga dicha propiedad que, sin duda, no les pertenece.
Por mi experiencia personal en España, donde el deporte rey es el fútbol, el rugby, más allá de círculos universitarios sigue siendo un deporte muy minoritario, a pesar de que los valores de equipo por encima de lo individual, el sacrificio, la dureza, el compañerismo, la lealtad y sobre todo la caballerosidad con el equipo contrario y con sus integrantes, con los que al terminar el partido compartes y disfrutas de unas cervezas, le hacen un deporte mucho más atractivo de lo que la gente piensa. El año que participé en mi facultad, fue sin duda uno de los mejores de mi vida, donde fraguas amistades para el resto de tu vida.
La película está bien para todos los amantes del deporte en general y del rugby en particular. Un notable, 7.