No cabe duda de que Wolfgang Petersen se reivindica en EEUU después de dirigir en Europa su exitosa y claustrofóbica "Das Boot", una verdadera obra de arte. Aquí de un guión del montón, cuya única originalidad viene dada porque el guardaespaldas del Servicio Secreto interpretado por Eastwood, ya perdió a un Presidente anterior, nada más y nada menos que a J.F. Kennedy, treinta años después del magnicidio y por casualidad se encuentra con otro magnicida al que intenta dar caza antes de que cometa el atentado.
Petersen logra que entre ambos explote una cierta intimidad de unas simples conversaciones telefónicas en que el asesino, un genial John Malkovich trata también de superar psicológicamente al viejo guardaespaldas, lo que se traduce en un duelo interpretativo entre estos dos verdaderos iconos de la interpretación.
Película para degustar, para observar los pequeños detalles, para escuchar los diálogos telefónicos, en suma, para disfrutar de un thriller magníficamente interpretado y dirigido, una pequeña obra de arte.
Sobresaliente, 9.