Thriller de investigación criminal producido, dirigido e interpretado por el maestro, Clint Eastwood. Parece una despedida del género que tanto le dió interpretando el papel del duro inspector de policía Harry Callahan, que interpretó en prácticamente media docena de ocasiones, ahora encarnado en un viejo policía retirado con graves problemas de salud al tener el corazón "partío" y transplantado a la búsqueda del asesino de su donante.
Maestría como siempre, tanto en la interpretación como en la dirección, una cuidada banda sonora original, una fotografía excelente y suspense, mucho suspense, aunque sin llegar a dar profundidad a los personajes, ni siquiera al suyo mismo.
Obra menor de despedida de un género que le dió mucha popularidad, y aunque menor, está muy por encima de la media de las producciones de este género.
Notable, 7.