Hoy se cumplen 50 años del golpe militar de Augusto Pinochet en Chile, con el apoyo y colaboración indiscutibles del gobierno de los Estados Unidos de América, que terminó con la presidencia de Salvador Allende, el presidente legítimamente elegido por la ciudadanía chilena.
Missing (Costa-Gavras, 1982) es una película tan espléndida y honesta como triste y dramática. Narra de manera clara, rigurosa y fehaciente los terribles acontecimientos durante y tras el golpe de Estado de Pinochet, con esa oscura, inestimable y vergonzosa ayuda de Estados Unidos, en el que se derrocó y asesinó ("suicidándolo") al presidente Allende, poniendo fin a la democracia y dando lugar a casi 17 años de dictadura militar, caracterizada por las persecuciones, torturas, asesinatos, desaparecidos e infinidad de violaciones de los derechos humanos de aquellos, chilenos y foráneos, que defendían la democracia y el gobierno legítimo.
La mayor parte de los responsables (chilenos y norteamericanos) del golpe de Estado no fueron juzgados y murieron de viejos (Pinochet) o han vivido y viven tranquila y complacientemente a cuerpo de reyes (Kissinger). La película describe algunas de estas torturas, desapariciones y asesinatos, en este caso la de un periodista norteamericano, entre otros, a quien su padre y su pareja buscan desesperadamente.
Las interpretaciones de Jack Lemmon y Sissy Spacek son perfectas, honestas y sentidas. Esta película, siempre infravalorada pero muy necesaria, demuestra lo grande que es Lemmon, capaz de transitar magistralmente de la comedia, que caracterizó su carrera artística, al registro dramático y al compromiso político y social.
Missing es una película valiente e imprescindible no solo para conocer hechos reales, un capítulo terrible de la historia de Chile y mundial, sino también para entender que el cine y sus artistas pueden comprometerse en lo social y político, denunciando las injusticias y persiguiendo la verdad. Y, además, pueden hacerlo magistralmente. Por mi parte, un 10.
votos
Hoy se cumplen 50 años del golpe militar de Augusto Pinochet en Chile, con el apoyo y colaboración indiscutibles del gobierno de los Estados Unidos de América, que terminó con la presidencia de Salvador Allende, el presidente legítimamente elegido por la ciudadanía chilena.
Missing (Costa-Gavras, 1982) es una película tan espléndida y honesta como triste y dramática. Narra de manera clara, rigurosa y fehaciente los terribles acontecimientos durante y tras el golpe de Estado de Pinochet, con esa oscura, inestimable y vergonzosa ayuda de Estados Unidos, en el que se derrocó y asesinó ("suicidándolo") al presidente Allende, poniendo fin a la democracia y dando lugar a casi 17 años de dictadura militar, caracterizada por las persecuciones, torturas, asesinatos, desaparecidos e infinidad de violaciones de los derechos humanos de aquellos, chilenos y foráneos, que defendían la democracia y el gobierno legítimo.
La mayor parte de los responsables (chilenos y norteamericanos) del golpe de Estado no fueron juzgados y murieron de viejos (Pinochet) o han vivido y viven tranquila y complacientemente a cuerpo de reyes (Kissinger). La película describe algunas de estas torturas, desapariciones y asesinatos, en este caso la de un periodista norteamericano, entre otros, a quien su padre y su pareja buscan desesperadamente.
Las interpretaciones de Jack Lemmon y Sissy Spacek son perfectas, honestas y sentidas. Esta película, siempre infravalorada pero muy necesaria, demuestra lo grande que es Lemmon, capaz de transitar magistralmente de la comedia, que caracterizó su carrera artística, al registro dramático y al compromiso político y social.
Missing es una película valiente e imprescindible no solo para conocer hechos reales, un capítulo terrible de la historia de Chile y mundial, sino también para entender que el cine y sus artistas pueden comprometerse en lo social y político, denunciando las injusticias y persiguiendo la verdad. Y, además, pueden hacerlo magistralmente. Por mi parte, un 10.