Una de las mejores adaptaciones para la televisión de un best sellers, el de Alex Haley que nos cuenta la historia de su familia tras doce años de investigación, desde que a un antepasado suyo le capturaron los negreros en el bosque de Gambia cuando iba en busca de un tronco para hacerle un tam-tam a su hermano pequeño.
Kunta Kinte, el guerrero mandinga que persiguió la libertad con todas sus fuerzas y que fue vendido como esclavo en Annapolis, EEUU y que nunca cejó en su empeño persiguiendo la libertad contra sus captores blancos, que los utilizaban como moneda de cambio y que los explotaban hasta la muerte, adquirían la propiedad de sus hijos y los vendían sin pudor alguno separando a las familias.
Desde 1.750 hasta el final de la guerra de Secesión americana, donde se abolió la esclavitud, la serie nos describe las vicisitudes de los descendientes del viejo africano hasta su asentamiento definitivo en Tennessee, donde el "Gallo" George logró adquirir unos terrenos para prosperar, sus pocas alegrías y sus muchas penas y fatigas, la crueldad y también la bondad tanto de los negros como de los blancos en una de las manchas que nos salpican a la humanidad, donde la igualdad, a pesar de los años transcurridos, aunque es un derecho todavía queda lejos, y más en el autodenominado país de la libertad, donde la misma brilla por su ausencia.
Fue un gran hito de la televisión, que yo ví de adolescente, y que hasta ahora no había conseguido volver a ver. Acaparó infinidad de premios, no ha envejecido a pesar del tiempo transcurrido, y tiene una secuela y un remake, cuya existencia desconocía y que lógicamente voy a ver para seguir la trayectoria de los descendientes de Kunta Kinte, el viejo africano que perseguía la libertad a pesar de que le cortaron medio pié para impedírselo.
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Una de las mejores adaptaciones para la televisión de un best sellers, el de Alex Haley que nos cuenta la historia de su familia tras doce años de investigación, desde que a un antepasado suyo le capturaron los negreros en el bosque de Gambia cuando iba en busca de un tronco para hacerle un tam-tam a su hermano pequeño.
Kunta Kinte, el guerrero mandinga que persiguió la libertad con todas sus fuerzas y que fue vendido como esclavo en Annapolis, EEUU y que nunca cejó en su empeño persiguiendo la libertad contra sus captores blancos, que los utilizaban como moneda de cambio y que los explotaban hasta la muerte, adquirían la propiedad de sus hijos y los vendían sin pudor alguno separando a las familias.
Desde 1.750 hasta el final de la guerra de Secesión americana, donde se abolió la esclavitud, la serie nos describe las vicisitudes de los descendientes del viejo africano hasta su asentamiento definitivo en Tennessee, donde el "Gallo" George logró adquirir unos terrenos para prosperar, sus pocas alegrías y sus muchas penas y fatigas, la crueldad y también la bondad tanto de los negros como de los blancos en una de las manchas que nos salpican a la humanidad, donde la igualdad, a pesar de los años transcurridos, aunque es un derecho todavía queda lejos, y más en el autodenominado país de la libertad, donde la misma brilla por su ausencia.
Fue un gran hito de la televisión, que yo ví de adolescente, y que hasta ahora no había conseguido volver a ver. Acaparó infinidad de premios, no ha envejecido a pesar del tiempo transcurrido, y tiene una secuela y un remake, cuya existencia desconocía y que lógicamente voy a ver para seguir la trayectoria de los descendientes de Kunta Kinte, el viejo africano que perseguía la libertad a pesar de que le cortaron medio pié para impedírselo.
Matrícula de honor, 10.