Renny Harlin nos ofrece una aventura de piratas protagonizada por la que en aquélla época era su esposa, Geena Davis, acompañada por Matthew Modine que fue el sustituto de Michael Douglas.
Mucha acción, espectaculares explosiones, batalla a cañonazos entre dos veleros imponentes, incluso un abordaje acompañado de coreografías originales, con una extraordinaria banda sonora y una eficaz fotografía, para el mayor fracaso económico de la historia para sus productores, que perdieron cerca de cien millones de dólares, que se dice pronto, y que tiene el dudoso honor de ser el mayor descalabro económico de la industria.
Y el hecho es que no está mal, es entretenida dentro del género de aventuras, con muchos momentos hilarantes, con acción a raudales y hasta un romance como no podía ser de otra manera.
Cinta de piratas con la "negra" leyenda de ser el mayor fracaso comercial de los años noventa, terminó por hundir a la productora Carolco Pictures de Mario Kassar (ya sin Andrew G. Vajna, socio con el que había triunfado con la saga Rambo y Total Recall). Su ruinosa taquilla tuvo además un efecto negativo en los proyectos de rodaje de grandes superproducciones de aventuras.
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Renny Harlin nos ofrece una aventura de piratas protagonizada por la que en aquélla época era su esposa, Geena Davis, acompañada por Matthew Modine que fue el sustituto de Michael Douglas.
Mucha acción, espectaculares explosiones, batalla a cañonazos entre dos veleros imponentes, incluso un abordaje acompañado de coreografías originales, con una extraordinaria banda sonora y una eficaz fotografía, para el mayor fracaso económico de la historia para sus productores, que perdieron cerca de cien millones de dólares, que se dice pronto, y que tiene el dudoso honor de ser el mayor descalabro económico de la industria.
Y el hecho es que no está mal, es entretenida dentro del género de aventuras, con muchos momentos hilarantes, con acción a raudales y hasta un romance como no podía ser de otra manera.
Interesante, 6.
Cinta de piratas con la "negra" leyenda de ser el mayor fracaso comercial de los años noventa, terminó por hundir a la productora Carolco Pictures de Mario Kassar (ya sin Andrew G. Vajna, socio con el que había triunfado con la saga Rambo y Total Recall). Su ruinosa taquilla tuvo además un efecto negativo en los proyectos de rodaje de grandes superproducciones de aventuras.