Mabrouk el Mechri, me apunto el nombre del director de este thriller de acción y espionaje para no volver a ver nada que él haya dirigido, producido, escrito o protagonizado.
No sólo es una muy mala película, a pesar del indudable atractivo de su reparto lleno de nombres célebres que han perdido un tanto su fulgor, ni de que Superman sea el hermano de Verónica Echegui, lo único salvable de la película es sin duda la sonrisa y la participación de la española, ni tan siquiera las persecuciones aleatorias por medio Madrid, para lo que tuvieron que cerrar toda la ciudad, pues saltan de la Puerta del Sol a la plaza de las Ventas, sin solución de continuidad, pasando por barrios como el Pozo del Tío Raimundo y algún pueblo y polígono industrial, es que se han cargado mi guía del metro de Madrid, y cuando quiero ir a la "Puerta del Sol" desde la estación de "Pitis"me encuentro en la Estación de Atocha.
Supongo que a los americanos se la suda y sólo quieren ver rincones de Madrid, y acudir a la Discoteca que ha patrocinado gran parte de la película, pero a los madrileños esto nos indigna, mucho más allá de que la película no vale el billete de la butaca que pagas.
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Mabrouk el Mechri, me apunto el nombre del director de este thriller de acción y espionaje para no volver a ver nada que él haya dirigido, producido, escrito o protagonizado.
No sólo es una muy mala película, a pesar del indudable atractivo de su reparto lleno de nombres célebres que han perdido un tanto su fulgor, ni de que Superman sea el hermano de Verónica Echegui, lo único salvable de la película es sin duda la sonrisa y la participación de la española, ni tan siquiera las persecuciones aleatorias por medio Madrid, para lo que tuvieron que cerrar toda la ciudad, pues saltan de la Puerta del Sol a la plaza de las Ventas, sin solución de continuidad, pasando por barrios como el Pozo del Tío Raimundo y algún pueblo y polígono industrial, es que se han cargado mi guía del metro de Madrid, y cuando quiero ir a la "Puerta del Sol" desde la estación de "Pitis"me encuentro en la Estación de Atocha.
Supongo que a los americanos se la suda y sólo quieren ver rincones de Madrid, y acudir a la Discoteca que ha patrocinado gran parte de la película, pero a los madrileños esto nos indigna, mucho más allá de que la película no vale el billete de la butaca que pagas.
Infumable, 1.