Muy justa la indignación del espectador cuando saca su billete en taquilla atraído por dos de los mejores actores de finales del siglo XX y dos excelentes veteranos del XXI. Y no tanto por su actuación, que es soberbia a la vista del pésimo guión y de la mediocre dirección de Jon Avnet, que firma un thriller que ralla el esperpento, y que con su título predica una justicia que nunca puede ser cierta cuando se pretende justificar el asesinato, tengas los preceptos morales que tengas.
Una pena que estos dos monstruos de la interpretación, que apenas salieron en el mismo plano el tiempo necesario para tomarse un café en la excelente "Heat", se pasen más de 90 minutos con conversaciones intrascendentes e investigaciones insulsas en busca de un presunto justiciero que se toma la justicia por su mano.
votos
Muy justa la indignación del espectador cuando saca su billete en taquilla atraído por dos de los mejores actores de finales del siglo XX y dos excelentes veteranos del XXI. Y no tanto por su actuación, que es soberbia a la vista del pésimo guión y de la mediocre dirección de Jon Avnet, que firma un thriller que ralla el esperpento, y que con su título predica una justicia que nunca puede ser cierta cuando se pretende justificar el asesinato, tengas los preceptos morales que tengas.
Una pena que estos dos monstruos de la interpretación, que apenas salieron en el mismo plano el tiempo necesario para tomarse un café en la excelente "Heat", se pasen más de 90 minutos con conversaciones intrascendentes e investigaciones insulsas en busca de un presunto justiciero que se toma la justicia por su mano.
Sólo un 6, y creo que no soy justo.