Antoine Fuqua nos trae otra cinta más sobre el noble arte, sobre el drama de las doce cuerdas, sobre otro juguete roto en la persona de un boxeador de éxito que sufre una traumática pérdida y con ello todo por lo que ha venido luchando a lo largo de toda su carrera.
Me ha gustado mucho como refleja tras los aplausos y los vítores después de una pelea, la soledad extrema del púgil, esa ducha reparadora con el vestuario vacío, esos amigos del alma que salen corriendo a la menor adversidad, esos juguetes rotos que nadie se para a recomponer cuando llega el fracaso de la derrota.
Destacar el excelente papel de Jake Gyllenhaal, que se está convirtiendo, si no lo es ya, en uno de los actores con más talento de Hollywood y los excelentes papeles de Rachel McAdams, que sigue presente aunque físicamente no aparezca, y sobre todo del sobreactuado casi siempre Forest Whitaker en el papel de viejo preparador pasado de todo.
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Antoine Fuqua nos trae otra cinta más sobre el noble arte, sobre el drama de las doce cuerdas, sobre otro juguete roto en la persona de un boxeador de éxito que sufre una traumática pérdida y con ello todo por lo que ha venido luchando a lo largo de toda su carrera.
Me ha gustado mucho como refleja tras los aplausos y los vítores después de una pelea, la soledad extrema del púgil, esa ducha reparadora con el vestuario vacío, esos amigos del alma que salen corriendo a la menor adversidad, esos juguetes rotos que nadie se para a recomponer cuando llega el fracaso de la derrota.
Destacar el excelente papel de Jake Gyllenhaal, que se está convirtiendo, si no lo es ya, en uno de los actores con más talento de Hollywood y los excelentes papeles de Rachel McAdams, que sigue presente aunque físicamente no aparezca, y sobre todo del sobreactuado casi siempre Forest Whitaker en el papel de viejo preparador pasado de todo.
Entrañables. Notable, 7.