Buscaban agua y encontraron petróleo. El oro negro es la causa de todos las últimas intervenciones militares de los yanquis en el Oriente Medio, alguna con el apoyo del entonces Presidente del Gobierno y líder de la corrupción política en España auspiciada por un PP profundamente corrupto hasta en su financiación, con otros perros con los mismo collares, que nos costaron el atentado más grave ocurrido en suelo europeo en Madrid, el trístemente famoso 11M que trataron de colocarle a ETA esos mismo políticos corrompidos que trataban de alinearse con las víctimas que hoy han olvidado. Buscaban agua y encontraron petróleo, y las grandes multinacionales americanas ayudaron a los saudíes a extraerlo, llevando a sus técnicos y sus familias a un país extremadamente religioso, siendo Bin Laden uno de los muchos príncipes de la familia real saudí, y uno de los máximos responsables del terrorismo internacional a causa de los grandes oligopolios yanquis, que con su dinero consiguen llevar a los Presidentes al poder en EEUU y derrocan con su ejército los gobiernos que van contra su poder económico, no político ni militar, como ocurrió con Sadam y la participación de Aznar, cambiando el petróleo por la justificación de las armas de destrucción masiva que brillaron por su ausencia, con un George G. Busch que creía que España era una república bananera al lado de México. Grandes Presidentes estadounidense al servicio no de su pueblo, sino de los oligarcas y los grupos de presión de su país.
En cuanto a la película, que es lo que nos ocupa, para mí cumple una gran misión como documento histórico del odio que enraíza en los jóvenes musulmanes desde niños, ese odio a los "infieles" tan grande que quiere erradicarnos de la tierra, y nos incluyo a nosotros, nos odian tanto como al resto, como a los yanquis. Gracias a Dios o a Alá, que en el fondo es lo mismo ya que en su nombre se han realizado innumerables matanzas a lo largo de la historia, no todos los musulmanes y no todos nosotros compartimos ese odio, aunque ese "los mataremos a todos" lo simplifica mucho.
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Buscaban agua y encontraron petróleo. El oro negro es la causa de todos las últimas intervenciones militares de los yanquis en el Oriente Medio, alguna con el apoyo del entonces Presidente del Gobierno y líder de la corrupción política en España auspiciada por un PP profundamente corrupto hasta en su financiación, con otros perros con los mismo collares, que nos costaron el atentado más grave ocurrido en suelo europeo en Madrid, el trístemente famoso 11M que trataron de colocarle a ETA esos mismo políticos corrompidos que trataban de alinearse con las víctimas que hoy han olvidado. Buscaban agua y encontraron petróleo, y las grandes multinacionales americanas ayudaron a los saudíes a extraerlo, llevando a sus técnicos y sus familias a un país extremadamente religioso, siendo Bin Laden uno de los muchos príncipes de la familia real saudí, y uno de los máximos responsables del terrorismo internacional a causa de los grandes oligopolios yanquis, que con su dinero consiguen llevar a los Presidentes al poder en EEUU y derrocan con su ejército los gobiernos que van contra su poder económico, no político ni militar, como ocurrió con Sadam y la participación de Aznar, cambiando el petróleo por la justificación de las armas de destrucción masiva que brillaron por su ausencia, con un George G. Busch que creía que España era una república bananera al lado de México. Grandes Presidentes estadounidense al servicio no de su pueblo, sino de los oligarcas y los grupos de presión de su país.
En cuanto a la película, que es lo que nos ocupa, para mí cumple una gran misión como documento histórico del odio que enraíza en los jóvenes musulmanes desde niños, ese odio a los "infieles" tan grande que quiere erradicarnos de la tierra, y nos incluyo a nosotros, nos odian tanto como al resto, como a los yanquis. Gracias a Dios o a Alá, que en el fondo es lo mismo ya que en su nombre se han realizado innumerables matanzas a lo largo de la historia, no todos los musulmanes y no todos nosotros compartimos ese odio, aunque ese "los mataremos a todos" lo simplifica mucho.