Jurassic World: El renacer (título que ya suena como un reboot de un reboot que se quedó sin ideas antes de empezar) es otro intento de exprimir la franquicia jurásica como si fuera una naranja fosilizada que aún puede dar jugo. Spoiler: no puede.
La película arranca con la promesa de “llevar la saga en una nueva dirección”, pero rápidamente da un giro directo hacia la misma carretera llena de dinosaurios genéticamente imposibles, humanos que toman decisiones cuestionables, y un guion que parece haber sido escrito por un velocirraptor con un teclado y ansiedad.
Los efectos especiales siguen siendo el gancho principal, porque claro, ¿quién necesita trama cuando tienes un T-Rex en 4K? Pero incluso la acción se siente reciclada, como si hubieran reutilizado escenas de películas anteriores y les hubieran puesto otro filtro de Instagram.
En cuanto a los personajes, están ahí. Caminan, hablan, corren, gritan. Algunos incluso tienen nombres. Pero en ningún momento parecen personas reales con motivaciones comprensibles. Más bien, son figuritas de acción puestas en escenarios digitales para que el merchandising no se detenga.
¿Avances científicos? Cero. ¿Reflexión sobre el control de la naturaleza? Olvidada. ¿Diversión? Solo si tu estándar es “dinosaurios hacen cosas ruidosas y gente corre”.
En resumen: El renacer debería haberse quedado extinto.
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Jurassic World: El renacer (título que ya suena como un reboot de un reboot que se quedó sin ideas antes de empezar) es otro intento de exprimir la franquicia jurásica como si fuera una naranja fosilizada que aún puede dar jugo. Spoiler: no puede.
La película arranca con la promesa de “llevar la saga en una nueva dirección”, pero rápidamente da un giro directo hacia la misma carretera llena de dinosaurios genéticamente imposibles, humanos que toman decisiones cuestionables, y un guion que parece haber sido escrito por un velocirraptor con un teclado y ansiedad.
Los efectos especiales siguen siendo el gancho principal, porque claro, ¿quién necesita trama cuando tienes un T-Rex en 4K? Pero incluso la acción se siente reciclada, como si hubieran reutilizado escenas de películas anteriores y les hubieran puesto otro filtro de Instagram.
En cuanto a los personajes, están ahí. Caminan, hablan, corren, gritan. Algunos incluso tienen nombres. Pero en ningún momento parecen personas reales con motivaciones comprensibles. Más bien, son figuritas de acción puestas en escenarios digitales para que el merchandising no se detenga.
¿Avances científicos? Cero. ¿Reflexión sobre el control de la naturaleza? Olvidada. ¿Diversión? Solo si tu estándar es “dinosaurios hacen cosas ruidosas y gente corre”.
En resumen: El renacer debería haberse quedado extinto.