Ahora que están de moda los buddy films, esto es, las películas de colegas donde dos o más actores se reparten el protagonismo del film, nos encontramos con este buddy westerns en el que dos actores protagonistas tan disparatados y diferente como John Wayne y Kirk Douglas, que aunque quieren matarse como enemigos íntimos, se convierten en justo lo contrario por el amor al oro, por el vil metal, por lo que nos levantamos todos los días temprano y coger la parte que nos pertenezca para seguir viviendo.
Wayne es un veterano ranchero al que le arrebataron su rancho y le enviaron a la cárcel, pero claro, en su rancho además de lo habitual existe una mina de oro, por lo que pergeña un plan para recuperarlo, y este tiene como principal fundamento asaltar el transporte de ese oro.
A partir de aquí, Burt Kennedy, con un tono de comedia, dirige este western cumpliendo todos los pasos, la reunión del grupo que va a realizar el asalto, una pequeña presentación de los mismos para que el espectador los identifique y se posicione a favor o en contra de ellos, el plan de ataque y su ejecución.
Amena y divertida.
Interesante, 6.