Ópera prima de Gabriel Ripstein, hijo del reconocido director mexicano Arturo Ripstein, que se embarca en esta Road Movie con pequeñas dosis de suspense, desde un inicio en el que un norteamericano y un mexicano adquieren armas legalmente con una facilidad `pasmosa con lo que piensas que van a hacer una masacre de las que nos tienen acostumbrados cada poco tiempo en los institutos y universidades americanas, hasta que atraviesa con suma facilidad la frontera mexicana para entregar las armas en el típico contrabando.
Como con desgana, el novel director apenas nos presenta a sus dos protagonistas, al muchacho mexicano que encarna Kristyan Ferrer, y al policía americano, Tim Roth, de la Agencia que se ocupa del tráfico de armas entre Estados, una de las muchas que pululan en la administración americana y cuyas siglas no recuerdo ni falta que hace, al que toma como rehén y le conduce a México, huyendo de la policía americana y como trofeo para su Jefe, al que piensa entregárselo para que le saque información, y en ese viaje es donde conocemos algo más, pequeñas pinceladas, de la personalidad de ambos protagonistas.
Poco atractiva, pero su corta duración y la intriga por saber cómo termina la historia te arrastran hasta el final de su visionado.
Sólo un aprobado, 5.