El escritor Philip Ridley guioniza y dirige "The Reflecting Skin", un drama de la vida rural del medio oeste estadounidense visto desde los ojos de un niño.
En "The Reflecting Skin" vemos la solitaria vida de un niño llamado Seth Dove, en un pueblo que no tiene ni nombre y donde lo único que hay es campos de trigo hasta donde puedes ver. Siendo ignorado completamente por los adultos que le rodean, no tiene otro remedio que intentar interpretar todos lo que ve. Ridley cuenta el drama con un ritmo lento y contemplativo, apostándolo todo a lo visual, generando una atmosfera inquietante, con un estilo visual que busca impactar, y con una fotografía, realizada por Dick Pope, que satura los colores, buscando deliberadamente imitar la pintura realista y regionalista estadounidense de los años cincuenta
El pequeño actor Jeremy Cooper hace un gran papel, y básicamente es él quien carga con toda la película. Un inicio prometedor que no continuo, siendo esta su primera y última película. También podemos ver a un jovencísimo Viggo Mortensen, mostrando también sus dotes como actor.
Pero pese a las buenas interpretaciones, y a la gran cinematografía, "The Reflecting Skin" es una película lenta y difícil de ver, que apuesta por el surrealismo y por la estética por encima de todo lo demás.