Tras los crímenes de las Olimpiadas de Munich contra la delegación israelí, los servicios secretos sionistas con el incipiente Mossad buscan a los terroristas palestinos culpables, siendo imposible localizar a su cabecilla, por lo que elucubran un increíble plan donde una joven y desconocida actriz inglesa les pueda facilitar su misión.
Esta es la puesta en escena de la obra de espionaje homónima de John Le Carré, que participó en su producción, y dirigida por el coreano Park Chan-wook que consigue mantener la tensión y la intriga hasta el último momento.
Destacar la estupenda interpretación de una desconocida para mí Florence Pugh, bien secundada por el hijo de uno de los mejores actores suecos, Alexander Skarsgard que sin duda va mejorando trabajo a trabajo y de un reaparecido Michael Shannon en el papel del Jefe de la célula del Mossad que persigue a los palestinos.
Muy interesante para los amantes de las novelas de espías.
Notable, 7.