Drama carcelario basado en un combate de boxeo entre el actual Campeón del Mundo de los Pesos Pesados, condenado por violación (les suena su correspondencia con la realidad) y un boxeador encerrado desde hace más de diez años. Ambos, uno en libertad, y el otro encarcelado, están invictos.
Tanto Wesley Snipes como Ving Rhames saben de que va esto del Noble Arte, quizás porque ambos practicaron el boxeo tan de boga en EEUU, realizan un buen trabajo en sus respectivos papeles, Rhames de chulo irredento pagado de sí mismo, y Snipes resignado a su suerte y su vida carcelaria tras su condena a cadena perpetua sin posibilidad de libertad condicional.
Poco sabemos al iniciarse la película de la vida de ambos púgiles, Walter Hill se lanza rápidamente a buscar el desenlace del combate, aunque con algunos flash back nos presenta el pasado de ambos, de forma quizás excesivamente esquemática para que el espectador no tome partido especial ni otorgue sus simpatías por alguno de ellos.
Gran papel de instigador del combate del entrañable Colombo (Peter Falk), muy avejentado en su papel de viejo capo mafioso enamorado del Noble Arte, con su buen puñado de escenas hasta que logra, mediante sus influencias y usando sus artes intimidatorias, que se celebre el combate.
Un 7 para una buena película.