Muy flojo drama bélico sobre un antiguo piloto de combate que en la actualidad pilota drones en Afganistán y se ocupa de ejecutar a los objetivos tanto del Estado como de la CIA, sin hacer preguntas, sin objeciones, sin pìedad, como meros verdugos que ejecutan a los reos con la capucha puesta y desde la impunidad de estar a un continente de distancia.
Floja la interpretación de Ethan Hawke, de las peores que le recuerdo, donde se limita a apretar los dientes y tragar vodka. Al menos la presencia de las atractivas January Jones y Zoe Kravitz le dan interés a las escenas que comparten con Hawke.
Med habían gustado los trabajos anteriores de Andrew Niccol, sobre todo "Gattaca", pero en este no llega al aprobado porque el. dilema moral del verdugo no es tal, y refugiarse en la bebida es un recurso totalmente inapropiado y más para gente que actual con precisión quirúrgicas, aunque los daños colaterales ahí están.
Regular, 4.