La verdad es que el glamour y la leyenda del Rey Arturo y sus caballeros de la mesa redonda en Camelot se desvanece en la bruma con esta nueva versión donde un Arturo romano y los caballeros, esclavos de los diferentes territorios conquistados por los romanos que tenían que servir a Roma durante quince años para obtener su libertad, se enfrentan a los sajones cuando los romanos abandonaron Britania, allá por finales del siglo V después de Cristo.
Dicha versión se apoya, al parecer, en documentos arqueológicos que se han ido encontrando, con lo que la historia y la leyenda se funden, como realiza Antoine Fuqua en esta adaptación, que cuenta con un buen guión, unas coreografías épicas con las batallas narradas, una Roma cristianizada y una excelente banda sonora que enardece los momentos bélicos de la misma, que son prácticamente todos.
Gran elenco actoral para una buena película, aunque la crítica especializada no la consideró así.
Notable, 8.