Inspirándose en la novela de 1970 "Congreso de futurología" de Stanislaw Lem, el israelí Ari Folman (Vals con Bashir) adapta "The Congress", una original sátira sobre el propio cine, y sobre la identidad y la sociedad.
"The Congress" está dividida en varias partes, y en todas vamos viendo cómo evoluciona la industria del cine y el mundo en general a través de la actriz Robin Wright, quien se interpreta a sí misma, y su decisión de vender los derechos de su imagen digital a una compañía de entretenimiento. En una primera parte, vemos cómo Robin ha de enfrentarse a la industria de cine, mostrándonos las dos caras del mismo, el cine como arte y como negocio. En la siguiente parte ya entramos en la pura ficción, adentrándonos en un mundo donde los límites de la realidad y de la ficción se pierden. Ya en la última parte, nos adentramos en un mundo claramente inspirado en las pinturas del Tríptico del Jardín de las delicias de El Bosco, donde la ficción lo ha invadido todo.
La película está llena de metáforas, referencias y simbolismos, que le permiten tratar temas como la identidad, la fama, las aspiraciones del hombre, el futuro del ocio; a la vez que critica el control de las masas, la sociedad, la manipulación de la realidad, el capitalismo y el límite del uso de las tecnologías, de la imagen y de la realidad virtual.
Aunque la novela en la que se inspira sea de los años 70, y la película es de principios de este siglo, los temas que trata están totalmente de actualidad. Es inevitable trasladar la historia, la actualidad y reflexionar sobre cuáles son los límites de los efectos visuales por CGI, los derechos de reproducción del artista, sobre los límites de la inteligencia artificial, sobre el ocio digital y virtual, y el meta universo.
En cuanto al apartado técnico, "The Congress" presenta un estilo visual impresionante que mezcla animación tradicional con técnicas digitales. El mundo animado es surrealista, onírico y lleno de detalles. Igualmente, para el mundo real se utiliza una fotografía muy cuidada que muestra diferencias y divisiones en la propia realidad, y los cambios en los estados de ánimo.
Los adjetivos que mejor encajan para definir "The Congress" son original y única. Una película de culto moderna.