Genial. Es el único calificativo que se te viene a la mente restallando una lágrima mientras no puedes evitar una triste sonrisa. Benigni lo ha hecho, lo ha conseguido, Ha logrado que el pandemonium, el genocidio, el holocausto más grande vivido por la humanidad parezca una fábula donde un padre hace lo que todos los padres haríamos, preservar la vida y la inocencia de su hijo ante la intransigencia, el odio y la xenofobia de sus congéneres.
Una primera parte que se reduce a una extraordinaria comedia romántica donde un hombre por todos sus medios busca enamorar a una mujer contra viento y marea. Una segunda parte en la que ese mismo hombre convertido en padre logra preservar la inocencia y la vida de su hijo en uno de los entornos más crueles y hostiles nunca conocidos por el hombre, siempre arrancándonos las sonrisas más insospechadas ante nuestra sorpresa al conocer lo que ocurrió en aquellos nefandos campos de exterminio.
Roberto Benigni es sin duda uno de los genios de nuestro tiempo, alguien que con un sencillo guión y una genuina puesta en escena, ha conseguido plasmar un canto a la vida, a la ingenuidad, al amor en suma, rodeado del armagedón que el propio hombre provocó y que debemos evitar que vuelva a acaecer recordando a las nuevas generaciones que esta fábula y su moraleja nunca deben volver a ocurrir. Ojalá sepamos educar a nuestros hijos para evitarlo.
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Genial. Es el único calificativo que se te viene a la mente restallando una lágrima mientras no puedes evitar una triste sonrisa. Benigni lo ha hecho, lo ha conseguido, Ha logrado que el pandemonium, el genocidio, el holocausto más grande vivido por la humanidad parezca una fábula donde un padre hace lo que todos los padres haríamos, preservar la vida y la inocencia de su hijo ante la intransigencia, el odio y la xenofobia de sus congéneres.
Una primera parte que se reduce a una extraordinaria comedia romántica donde un hombre por todos sus medios busca enamorar a una mujer contra viento y marea. Una segunda parte en la que ese mismo hombre convertido en padre logra preservar la inocencia y la vida de su hijo en uno de los entornos más crueles y hostiles nunca conocidos por el hombre, siempre arrancándonos las sonrisas más insospechadas ante nuestra sorpresa al conocer lo que ocurrió en aquellos nefandos campos de exterminio.
Roberto Benigni es sin duda uno de los genios de nuestro tiempo, alguien que con un sencillo guión y una genuina puesta en escena, ha conseguido plasmar un canto a la vida, a la ingenuidad, al amor en suma, rodeado del armagedón que el propio hombre provocó y que debemos evitar que vuelva a acaecer recordando a las nuevas generaciones que esta fábula y su moraleja nunca deben volver a ocurrir. Ojalá sepamos educar a nuestros hijos para evitarlo.
Sin duda, matrícula de honor, 10.