Historia de un asesino en serie, de un depredador que se dedica a estrangular mujeres lentamente, mirándolas a los ojos para ver cómo poco a poco la vida se les escapa, incluso las revive para volver a recrearse en su muerte, torturándolas hasta el límite, historia de un sádico sexual que en su vida real es un hombre anodino, con un trabajo normal, dedicado a su familia y a su hija, por la que tiene un cariño especial.
Y la historia de una Comisaria de Policía, triste, solitaria, meticulosa, trabajadora, que busca cazar al depredador, al cazador, de una manera obsesiva, visceral, para la que su único objetivo es atrapar al asesino desde sus propios motivos para realizar lo que hace, para comprender la psiquis criminal, con el único objetivo de encerrarlo, de que el sufrimiento que provoca en sus víctimas lo reciba él mismo multiplicado por dos.
Grandes personajes los protagonizados por Gillian Anderson y Jamie Dornan, creados por Allan Cubitt, donde ambos paralelamente se solapan en sus propias cacerías, Paul Spector de sus víctimas, y Stella Gibson del asesino Spector.
Con un ritmo tranquilo, a veces cansino, se va desarrollando la acción homicida con la exhaustiva investigación tanto del asesino como de la comisaria en su búsqueda del mismo, con escasas pruebas mientras se suceden los asesinatos, siempre con la misma firma, siempre con demasiada limpieza, en una ciudad como Dublín, con su fría humedad, con su sol luchando por salir de entre las nubes como si de su frío reflejo y de su escaso calor se desprendiera la impotencia y el desasosiego que los asesinatos producen en las potenciales víctimas, en los habitantes de la ciudad.
Serie que cuenta con tres temporadas, que se inició en 2.013 y yo he acabado de ver en 2.017, que se ha hecho de rogar, que parecía que nunca iba a tener un desenlace. Gran serie, fuera de los estereotipos americanos, que tienen que recurrir a las series europeas firmadas por los escandinavos y los ingleses donde priman la calidad de sus producciones a la espectacularidad americana.
Sin duda, una de las mejores series de los últimos tiempos. Sobresaliente, 9.
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Historia de un asesino en serie, de un depredador que se dedica a estrangular mujeres lentamente, mirándolas a los ojos para ver cómo poco a poco la vida se les escapa, incluso las revive para volver a recrearse en su muerte, torturándolas hasta el límite, historia de un sádico sexual que en su vida real es un hombre anodino, con un trabajo normal, dedicado a su familia y a su hija, por la que tiene un cariño especial.
Y la historia de una Comisaria de Policía, triste, solitaria, meticulosa, trabajadora, que busca cazar al depredador, al cazador, de una manera obsesiva, visceral, para la que su único objetivo es atrapar al asesino desde sus propios motivos para realizar lo que hace, para comprender la psiquis criminal, con el único objetivo de encerrarlo, de que el sufrimiento que provoca en sus víctimas lo reciba él mismo multiplicado por dos.
Grandes personajes los protagonizados por Gillian Anderson y Jamie Dornan, creados por Allan Cubitt, donde ambos paralelamente se solapan en sus propias cacerías, Paul Spector de sus víctimas, y Stella Gibson del asesino Spector.
Con un ritmo tranquilo, a veces cansino, se va desarrollando la acción homicida con la exhaustiva investigación tanto del asesino como de la comisaria en su búsqueda del mismo, con escasas pruebas mientras se suceden los asesinatos, siempre con la misma firma, siempre con demasiada limpieza, en una ciudad como Dublín, con su fría humedad, con su sol luchando por salir de entre las nubes como si de su frío reflejo y de su escaso calor se desprendiera la impotencia y el desasosiego que los asesinatos producen en las potenciales víctimas, en los habitantes de la ciudad.
Serie que cuenta con tres temporadas, que se inició en 2.013 y yo he acabado de ver en 2.017, que se ha hecho de rogar, que parecía que nunca iba a tener un desenlace. Gran serie, fuera de los estereotipos americanos, que tienen que recurrir a las series europeas firmadas por los escandinavos y los ingleses donde priman la calidad de sus producciones a la espectacularidad americana.
Sin duda, una de las mejores series de los últimos tiempos. Sobresaliente, 9.