Vuelve el creador del mito, vuelve el ingeniero del futuro post-apocalíptico donde es tan importante el agua como la gasolina, vuelve George Miller que creó "Mad Max, Salvajes de autopista" en el ya lejano 1979 y que firma todas sus entregas, hasta la fecha, aunque ya se anuncia la quinta para dentro de un par de años que contará tanto con el viejo director como con Tom Hardy.
Pura acción, genuina estética de persecución de vehículos variopintos donde la violencia es el eje, donde la muerte y la destrucción son el guión, donde los diálogos son inexistentes e intrascendentes, mero apoyo para encadenar más acción y más aniquilación, todo ello regado con buenas dosis de adrenalina escena tras escena más increíble que la anterior.
Además Miller se rodea de actores de éxito para rodar su película en el desierto australiano, de conseguir exprimir sus tres anteriores entregas en esta única para dar como resultado un espectáculo violento que te deja exhausto y sin aliento durante las dos horas de metraje, y el poco minutaje que te da descanso y reposo es para rodearnos de bellezas donde destaca el talento innato de Charlize Theron, cuyo personaje de "Furiosa" ya engrosa la leyenda de la saga, donde Tom Hardy vuelve a interpretar un personaje violento y solitario, como en su otra nominación a los Oscar por "El renacido" que últimamente le tiene en el candelero, con las bellas novias del cacique Rosie Huntington-Whiteley y Zoë Kravitz entre otras, para quitarte el hipo.
Además lo mismo que ha evolucionado Mad Max en estos casi cuarenta años, así ha evolucionado la banda sonora y la estética, pasando de un punkie incipiente a un rock duro, a un heavy metal con sus genuinos representantes en la película, potentes cuando menos en las escenas de acción con una parafernalia más que reconocible.
A mí me ha gustado, y si lo que quieres en acción y pasarte dos horas evadido de tus problemas cotidianos y de la rutina, sin duda esta es tú película. Notable, 8.
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Vuelve el creador del mito, vuelve el ingeniero del futuro post-apocalíptico donde es tan importante el agua como la gasolina, vuelve George Miller que creó "Mad Max, Salvajes de autopista" en el ya lejano 1979 y que firma todas sus entregas, hasta la fecha, aunque ya se anuncia la quinta para dentro de un par de años que contará tanto con el viejo director como con Tom Hardy.
Pura acción, genuina estética de persecución de vehículos variopintos donde la violencia es el eje, donde la muerte y la destrucción son el guión, donde los diálogos son inexistentes e intrascendentes, mero apoyo para encadenar más acción y más aniquilación, todo ello regado con buenas dosis de adrenalina escena tras escena más increíble que la anterior.
Además Miller se rodea de actores de éxito para rodar su película en el desierto australiano, de conseguir exprimir sus tres anteriores entregas en esta única para dar como resultado un espectáculo violento que te deja exhausto y sin aliento durante las dos horas de metraje, y el poco minutaje que te da descanso y reposo es para rodearnos de bellezas donde destaca el talento innato de Charlize Theron, cuyo personaje de "Furiosa" ya engrosa la leyenda de la saga, donde Tom Hardy vuelve a interpretar un personaje violento y solitario, como en su otra nominación a los Oscar por "El renacido" que últimamente le tiene en el candelero, con las bellas novias del cacique Rosie Huntington-Whiteley y Zoë Kravitz entre otras, para quitarte el hipo.
Además lo mismo que ha evolucionado Mad Max en estos casi cuarenta años, así ha evolucionado la banda sonora y la estética, pasando de un punkie incipiente a un rock duro, a un heavy metal con sus genuinos representantes en la película, potentes cuando menos en las escenas de acción con una parafernalia más que reconocible.
A mí me ha gustado, y si lo que quieres en acción y pasarte dos horas evadido de tus problemas cotidianos y de la rutina, sin duda esta es tú película. Notable, 8.