Intenso drama judicial en la que un actor, acusado del asesinato de dos mujeres, entre ellas la suya, sale absuelto por la pericia de su abogado utilizando al máximo los mecanismos que le permite el sistema judicial americano buscando una duda razonable.
La fiscal del caso dolida por su derrota y por dejar a quien considera culpable en libertad, deja su profesión hasta que varios años después, el actor es acusado nuevamente de asesinar a su nueva mujer.
La idea era muy buena, el reparto con mucho oficio, destacando Adewale Akinnuoye-Agbaje, que me ganó por su papel en "Oz", y Robin Tunney, que repitió el papel en los primeros capítulos de "Prison Break", y sobre todo de Scott Cohen en el papel de abogado defensor, utilizando toda su sapiencia y los trucos y recursos que le permite el sistema, a veces traspasando la legalidad, en el uso de su derecho a la defensa.
Final satisfactorio, aunque de una nota de sobresaliente se queda en aprobado alto.
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Intenso drama judicial en la que un actor, acusado del asesinato de dos mujeres, entre ellas la suya, sale absuelto por la pericia de su abogado utilizando al máximo los mecanismos que le permite el sistema judicial americano buscando una duda razonable.
La fiscal del caso dolida por su derrota y por dejar a quien considera culpable en libertad, deja su profesión hasta que varios años después, el actor es acusado nuevamente de asesinar a su nueva mujer.
La idea era muy buena, el reparto con mucho oficio, destacando Adewale Akinnuoye-Agbaje, que me ganó por su papel en "Oz", y Robin Tunney, que repitió el papel en los primeros capítulos de "Prison Break", y sobre todo de Scott Cohen en el papel de abogado defensor, utilizando toda su sapiencia y los trucos y recursos que le permite el sistema, a veces traspasando la legalidad, en el uso de su derecho a la defensa.
Final satisfactorio, aunque de una nota de sobresaliente se queda en aprobado alto.
Interesante, 6.