Ese aroma a lo bien hecho, ese sabor inolvidable, ese hálito de perfume reconocible, ese saber que las cosas están bien hechas, y no se podían haber hecho mejor.
Puñetazos directos al alma el de estos perdedores irreprochables como personas, ese entrenador pugilístico olvidado por su hija y por sus pupilos, ese viejo boxeador con 109 peleas a su espalda y la vista perdida como secuela, esa mujer que busca su redención y su oportunidad precisamente en el boxeo con treinta y dos años, más de media vida, esa gente con pasado pero sin futuro, esas doce cuerdas del noble arte que siempre quitan mucho más de lo que conceden.
Historia gris contada en gris, casi negro. A veces es difícil comprender y sobre todo que te constate una y otra vez el Sr. Eastwood que es casi mejor contador de historia que protagonista de ellas, aunque él siempre lo intenta, y obra tras obra te lo demuestra.
Pocos Oscar le dió la Academia a esta película, le dió los principales, película, director, actriz principal y actor secundario, pero le hurtaron a Clint el suyo, pero como repetía y la envidia es muy mala, pues eso...
Sublimes interpretaciones de los maestros, y extraordinaria interpretación de Hilary Swank, que te llevan de la ternura a la lágrima, y desde luego no a la fácil, a esa que corre libremente sin que la puedas contener, pero además te deja un rictus con una media sonrisa que tampoco puedes perder, en esa confusión de sentimientos que te dice que estás ante una obra de arte, de las buenas, de las inolvidables.
Me recordaba la música a la de otra obra maestra, "Sin Perdón", y no me equivocaba, también es del Sr. Eastwood, interpretadas bajo la dirección de Lennie Niehaus, otra obra de arte.
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Ese aroma a lo bien hecho, ese sabor inolvidable, ese hálito de perfume reconocible, ese saber que las cosas están bien hechas, y no se podían haber hecho mejor.
Puñetazos directos al alma el de estos perdedores irreprochables como personas, ese entrenador pugilístico olvidado por su hija y por sus pupilos, ese viejo boxeador con 109 peleas a su espalda y la vista perdida como secuela, esa mujer que busca su redención y su oportunidad precisamente en el boxeo con treinta y dos años, más de media vida, esa gente con pasado pero sin futuro, esas doce cuerdas del noble arte que siempre quitan mucho más de lo que conceden.
Historia gris contada en gris, casi negro. A veces es difícil comprender y sobre todo que te constate una y otra vez el Sr. Eastwood que es casi mejor contador de historia que protagonista de ellas, aunque él siempre lo intenta, y obra tras obra te lo demuestra.
Pocos Oscar le dió la Academia a esta película, le dió los principales, película, director, actriz principal y actor secundario, pero le hurtaron a Clint el suyo, pero como repetía y la envidia es muy mala, pues eso...
Sublimes interpretaciones de los maestros, y extraordinaria interpretación de Hilary Swank, que te llevan de la ternura a la lágrima, y desde luego no a la fácil, a esa que corre libremente sin que la puedas contener, pero además te deja un rictus con una media sonrisa que tampoco puedes perder, en esa confusión de sentimientos que te dice que estás ante una obra de arte, de las buenas, de las inolvidables.
Me recordaba la música a la de otra obra maestra, "Sin Perdón", y no me equivocaba, también es del Sr. Eastwood, interpretadas bajo la dirección de Lennie Niehaus, otra obra de arte.
Sobresaliente, 9.
gran crítica. coincidimos en puntuación.