Tercera entrega de "Sniper, en el corazón de la jungla", con Berenger a la cabeza de un flojo reparto al que le encomiendan la misión de acabar con la vida de su mejor amigo, que sigue vivo en Vietnam treinta años después de que se declarara su muerte y es el rey del tráfico de drogas.
Nuevamente la política que se sirve del ejército para llevar a cabo sus intereses, y lo único que sobresale de la misma, además de la acción y los certeros disparos, es ver nuevamente el paisaje de ese pequeño país que le ganó una guerra al todopoderoso EE UU y los túneles donde se refugiaban sus combatientes y la población civil mientras les bombardeaban con napalm y consumían los combatientes americanos todo tipo de drogas para poder luchar en una guerra que pocos o ninguno entendieron.
Me gusta Berenger, y a él le debe gustar el papel de francotirador, porque es el único que ha repetido hasta la saciedad.
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Tercera entrega de "Sniper, en el corazón de la jungla", con Berenger a la cabeza de un flojo reparto al que le encomiendan la misión de acabar con la vida de su mejor amigo, que sigue vivo en Vietnam treinta años después de que se declarara su muerte y es el rey del tráfico de drogas.
Nuevamente la política que se sirve del ejército para llevar a cabo sus intereses, y lo único que sobresale de la misma, además de la acción y los certeros disparos, es ver nuevamente el paisaje de ese pequeño país que le ganó una guerra al todopoderoso EE UU y los túneles donde se refugiaban sus combatientes y la población civil mientras les bombardeaban con napalm y consumían los combatientes americanos todo tipo de drogas para poder luchar en una guerra que pocos o ninguno entendieron.
Me gusta Berenger, y a él le debe gustar el papel de francotirador, porque es el único que ha repetido hasta la saciedad.
Aprobado, 5.