Crítica

Esta película solo puede tener un calificativo, obra maestra con todas sus letras. Adaptación de una obra de teatro también protagonizado por doña Katharine Hepburn, la pelirroja más seductora de la pantalla y que enamoró a nuestro abuelos y nuestros padres, y quizás también a alguno de nosotros. George Cukor la dirige magistralmente, aunque finalmente no le dieron el merecido Oscar ni a la película, ni a la dirección, ni tan siquiera a la "pelirroja".

Comedia romántica a tres bandas, donde el eje es la Hepburn, y además de la champagne, fundamental su ingesta para la resolución de la misma, donde tres caballeros se ven avasallados por la belleza de la diva, en una genial interpretación. A su alrededor, los "moscones", un gran James Stewart, que obtuvo el Oscar por su interpretación, John Howard que se va a casar con ella, y Cary Grant que fuera su marido y del que se divorció. Toda la acción transcurre en 24 horas, con un gran guión y unos diálogos inolvidable, con la piscina y la champagne como secundarios de lujo unidos a un gran reparto de actores que asumen perfectamente su función y logran con su interpretación esta obra de arte.

Matrícula de honor, 10.