Madre mía, qué película más importante y necesaria <3 desconocía el caso de Nevenka porque yo era todavía muy pequeña cuando sucedió, pero ver a los presentadores que todavía están ahora y con los que crecí retransmitírselo a toda España desde un punto de vista ciertamente lamentable ha resultado muy impactante, sobre todo después de ver cómo sucedió todo y cómo fue minando la personalidad de alguien que, en principio, parecía muy fuerte y que podrías pensar que no tenía ninguna papeleta para que le pasara esto. Absolutamente todo en la película está cuidado al detalle, desde el guión, los planos, hasta el maquillaje y la caracterización, esto último el trabajo más destacable, con permiso, eso sí, de las interpretaciones. Nevenka es una persona totalmente distinta antes de ir a Ponferrada y después, apenas una sombra de lo que fue, y todo pasa tan rápido que ni siquiera entiendes cómo ha podido suceder ni, lo más importante y lo más triste, cómo puede hacer la protagonista para salir de ahí.
Y todo, precisamente, porque el guión es tan genial que hace que tengas el corazón en un puño y el estómago encogido siempre que va a pasar algo, porque incluso cuando Nevenka sabe que va a sufrir con alguna de las difíciles decisiones que toma, al final opta por lo que nos enseñan a todas las mujeres y tan en peligro nos pone siempre: sé sumisa, cállate, no montes una escena, aguanta. El papel de su acosador está increíblemente trabajado, tanto en interpretación como en construcción del personaje, y da pánico pensar en la cantidad de hombres que hay así por el mundo y en lo fácil que les resulta acosar y destruir psicológicamente a las mujeres; más aún con la connivencia o incluso el apoyo de todo un pueblo.
La interpretación de Mireia es sencillamente SOBERBIA, espero que le haga justicia a Nevenka por lo mal que la ha tratado este país. Si hay algún colectivo en el que tengo más fe que en el resto es en el de los actores, así que tengo la esperanza, de corazón, de que esta película arrase en los Goya y le dé a su protagonista real la venganza que se merece. Porque una película en la que terminas rabioso con el sistema, que pinta un retrato tan realista y reconocible de lo que es el acoso en no uno, sino dos personajes; y que también te enseña el sufrimiento por el que pasaban (y, por desgracia, todavía pasan) las mujeres no se merece menos que el reconocimiento más absoluto por la labor que ha hecho. Es arte en estado puro, pero no por el concepto más estético, sino por el retrato tan perfecto que hace y las emociones tan fuertes que te despierta. Creo que España ha avanzado bastante como sociedad porque quiero pensar que ya no se permitiría que en tertulias televisivas se destrozara a las víctimas como se hizo con ella, pero todavía falta mucho para que se escuche a quienes verdaderamente lo merecen, las víctimas, por encima del testimonio de sus acosadores. Sin embargo, creo que con Soy Nevenka estamos dando pasos en la dirección correcta, especialmente porque la historia está tan bien contada que sé la reacción que tendría la gente que conozco a esta película (para bien, y también para mal). Aun así, todavía queda mucho trabajo por hacer, y como dice su directora en entrevistas, el problema con el acoso es que lo excusamos y no sabemos identificarlo bien hasta que no hay alguien valiente que se anima a colgar el cartel para tratar de que abramos los ojos, ya sea sobre nosotras mismas o sobre alguna más. Por mi parte, quiero expresar que intentaré estar siempre disponible para todas las mujeres, escucharlas y no juzgarlas, y ofrecerles una mano amiga si la necesitan.
Así que gracias, Icíar Bollaín, por presentarle el caso de esta mujer tan valiente a una generación entera que no sabía absolutamente nada de ella, y por darles la verdad al resto de generaciones que corrieron a hundir todavía más a una chica que lo necesitaba. Gracias por darnos una película tan cruda y delicada al a vez, tan oscura y tan a plena luz del día, tan descarnada.
Y, por encima de todo, gracias, Nevenka, por tu increíble valentía. "Que no se callen, que lo cuenten" es lo último que dice este personaje a la que tantas le debemos tanto. Hermana, yo sí te creo.
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Madre mía, qué película más importante y necesaria <3 desconocía el caso de Nevenka porque yo era todavía muy pequeña cuando sucedió, pero ver a los presentadores que todavía están ahora y con los que crecí retransmitírselo a toda España desde un punto de vista ciertamente lamentable ha resultado muy impactante, sobre todo después de ver cómo sucedió todo y cómo fue minando la personalidad de alguien que, en principio, parecía muy fuerte y que podrías pensar que no tenía ninguna papeleta para que le pasara esto. Absolutamente todo en la película está cuidado al detalle, desde el guión, los planos, hasta el maquillaje y la caracterización, esto último el trabajo más destacable, con permiso, eso sí, de las interpretaciones. Nevenka es una persona totalmente distinta antes de ir a Ponferrada y después, apenas una sombra de lo que fue, y todo pasa tan rápido que ni siquiera entiendes cómo ha podido suceder ni, lo más importante y lo más triste, cómo puede hacer la protagonista para salir de ahí.
Y todo, precisamente, porque el guión es tan genial que hace que tengas el corazón en un puño y el estómago encogido siempre que va a pasar algo, porque incluso cuando Nevenka sabe que va a sufrir con alguna de las difíciles decisiones que toma, al final opta por lo que nos enseñan a todas las mujeres y tan en peligro nos pone siempre: sé sumisa, cállate, no montes una escena, aguanta. El papel de su acosador está increíblemente trabajado, tanto en interpretación como en construcción del personaje, y da pánico pensar en la cantidad de hombres que hay así por el mundo y en lo fácil que les resulta acosar y destruir psicológicamente a las mujeres; más aún con la connivencia o incluso el apoyo de todo un pueblo.
La interpretación de Mireia es sencillamente SOBERBIA, espero que le haga justicia a Nevenka por lo mal que la ha tratado este país. Si hay algún colectivo en el que tengo más fe que en el resto es en el de los actores, así que tengo la esperanza, de corazón, de que esta película arrase en los Goya y le dé a su protagonista real la venganza que se merece. Porque una película en la que terminas rabioso con el sistema, que pinta un retrato tan realista y reconocible de lo que es el acoso en no uno, sino dos personajes; y que también te enseña el sufrimiento por el que pasaban (y, por desgracia, todavía pasan) las mujeres no se merece menos que el reconocimiento más absoluto por la labor que ha hecho. Es arte en estado puro, pero no por el concepto más estético, sino por el retrato tan perfecto que hace y las emociones tan fuertes que te despierta. Creo que España ha avanzado bastante como sociedad porque quiero pensar que ya no se permitiría que en tertulias televisivas se destrozara a las víctimas como se hizo con ella, pero todavía falta mucho para que se escuche a quienes verdaderamente lo merecen, las víctimas, por encima del testimonio de sus acosadores. Sin embargo, creo que con Soy Nevenka estamos dando pasos en la dirección correcta, especialmente porque la historia está tan bien contada que sé la reacción que tendría la gente que conozco a esta película (para bien, y también para mal). Aun así, todavía queda mucho trabajo por hacer, y como dice su directora en entrevistas, el problema con el acoso es que lo excusamos y no sabemos identificarlo bien hasta que no hay alguien valiente que se anima a colgar el cartel para tratar de que abramos los ojos, ya sea sobre nosotras mismas o sobre alguna más. Por mi parte, quiero expresar que intentaré estar siempre disponible para todas las mujeres, escucharlas y no juzgarlas, y ofrecerles una mano amiga si la necesitan.
Así que gracias, Icíar Bollaín, por presentarle el caso de esta mujer tan valiente a una generación entera que no sabía absolutamente nada de ella, y por darles la verdad al resto de generaciones que corrieron a hundir todavía más a una chica que lo necesitaba. Gracias por darnos una película tan cruda y delicada al a vez, tan oscura y tan a plena luz del día, tan descarnada.
Y, por encima de todo, gracias, Nevenka, por tu increíble valentía. "Que no se callen, que lo cuenten" es lo último que dice este personaje a la que tantas le debemos tanto. Hermana, yo sí te creo.