Puro entretenimiento es lo que nos ofrece el avezado director Alex Proyas y para ello se va a una de las mitologías más fantásticas y menos conocidas para el gran público, como la egipcia, llena de dioses mitad hombres mitad animales de un Imperio que decayó tanto que prácticamente desapareció completamente dejándonos poco más que reliquias y monumentos mastodónticos.
Con un sugerente reparto, dándole un fastuoso aderezo a todos y cada uno de los dioses amparados por unos medios digitales sugerentes y atractivos, con grandes coreografías para presentar todas y cada una de las batallas y combates, con una somera presentación de algunos de la multitud de dioses de la mitología egipcia con su misterio y con ese respeto casi obsesivo por la muerte y lo que existe después de ella, con escenas verdaderamente espectaculares, aunque en conjunto bastante deslavazadas, que perjudican su seguimiento y la calidad final del producto.
Con todo, y a pesar de su fastuosidad y glamour, película de pura magia y fantasía excelente para ver con toda la familia y evadirte durante un par de horas, que es de lo que se trata cuando compras tu butaca rodeado de tus hijos y tiras de tu repertorio cultural cuando sales del cine para explicarles quienes eran esos dioses y porqué Egipto ha perdido su cultura ancestral con el paso de los siglos.
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Puro entretenimiento es lo que nos ofrece el avezado director Alex Proyas y para ello se va a una de las mitologías más fantásticas y menos conocidas para el gran público, como la egipcia, llena de dioses mitad hombres mitad animales de un Imperio que decayó tanto que prácticamente desapareció completamente dejándonos poco más que reliquias y monumentos mastodónticos.
Con un sugerente reparto, dándole un fastuoso aderezo a todos y cada uno de los dioses amparados por unos medios digitales sugerentes y atractivos, con grandes coreografías para presentar todas y cada una de las batallas y combates, con una somera presentación de algunos de la multitud de dioses de la mitología egipcia con su misterio y con ese respeto casi obsesivo por la muerte y lo que existe después de ella, con escenas verdaderamente espectaculares, aunque en conjunto bastante deslavazadas, que perjudican su seguimiento y la calidad final del producto.
Con todo, y a pesar de su fastuosidad y glamour, película de pura magia y fantasía excelente para ver con toda la familia y evadirte durante un par de horas, que es de lo que se trata cuando compras tu butaca rodeado de tus hijos y tiras de tu repertorio cultural cuando sales del cine para explicarles quienes eran esos dioses y porqué Egipto ha perdido su cultura ancestral con el paso de los siglos.
Aprobado, 5.