Comedia de enredo menor la que nos ofrece Sam Wood, donde finalmente la protagonista es la preciosa muñequita que enreda toda la trama con esa simpatía innata que desprende sin necesidad de actuar, bonito casting de bebés que realizó la productora donde acertaron plenamente.
La comedia es ligera donde únicamente los rictus faciales de Gary Cooper rompen el tedio, con diálogos pasados de moda, y junto a la interpretación de Cooper destaca la dulzura innata de Teresa Wright, cuyo precioso rostro irradia ternura y pasión.
Interesante para para el rato. Bien, 6.