Caminante no hay camino, decía Antonio Machado, se hace camino al andar. Épica historia de un grupo de prisioneros políticos de varias nacionalidades que huyen de un gulag para atravesar Siberia y llegar a la India. Historia que algunos ponen en duda, pero que es un canto a la vida, a la supervivencia contra los elementos más hostiles para recobrar su libertad, un canto a la libertad. Preciosa película de una gesta que lograron un puñado de hombres en verdaderas condiciones inhumanas.
Preciosa fotografía y notables silencios ante la inmensidad de las tundras siberianas, las montañas, los desiertos y el Tibet, todo ello para escapar de un régimen totalitario, de otra dictadura de las muchas que había en la segunda guerra mundial. Un 9 raspando la matricula de honor a este peliculón de Peter Weir.