Miniserie de una única temporada con doce capítulos que se te hacen cortos. La ley del barrio, la omertá, la ley del silencio en un barrio populoso de Madrid, como el barrio de Tetuán, barrio obrero por antonomasia en una de las aceras de Bravo Murillo, pues la otra es símbolo del éxito y la Justicia, con los Juzgados de Plaza Castilla, Cuzco, la calle Orense y el Santiago Bernabéu en sus aledaños.
Para lograr saldar las deudas adquiridas por su padre fruto de una estafa de su socio, un joven periodista de una agencia de información, con sus viejos amigos del barrio, se lanza a atracar joyerías en un Madrid muy reconocible, bien ambientado en cuanto a vestuario y atrezzos, aunque no nos dejan ver ni un taxi negro con la raya roja, serán porque ya no se conserva ninguno, aunque el resto de los vehículos, con la crisis, están todos en la calle.
Gran ritmo, botellines de Mahou y tabaco a mansalva, amistad fraternal, amores antiguos y nuevos, sexo y alcohol, y violencia, mucha violencia en un entorno entrañable de barrio donde creciste, rodeado de viejos amigos
y de costumbres, de codicia, de los amos del barrio, de venganzas.
Buena serie con Verónica Echegui, Alberto Ammann, Eloy Azorín y Paco Tous en sus papeles principales, que da mucho juego y que a mí personalmente me ha recordado los años 90 en Madrid en ese barrio donde comencé mi andadura profesional, aunque en la acera contraria.
Sobresaliente, 9.