Si la comparamos con el musical de Broadway (estrenado previamente en 2016 en Atlanta), hay cosas que fallan, desde mi gusto personal. Soy más fan de algo en vivo que una película en pantalla.
La adaptación de Ryan Murphy es una bestialidad: diálogos, películas, coreografías, iluminación, etc.
Para mí, un 9.
Muy buen reparto, pero la película es meramente entretenida, le falta chicha. Una historia demasiado artificial y poco verosímil. Lo mejor... Meryl Street (ella siempre es lo mejor).