Adaptación de una novela de Cormac McCarthy, cuya obra se ha llevado profusamente al cine, con la peculiaridad de que esta adaptación es genuina de los hermanos Coen, respira por los cuatro costados su estilo, su idiosincrasia, su humor negro y caótico, su especial manera de dejar al espectador que decida que ha ocurrido con los personajes, con escenas donde se ven profusamente los hechos con todos los detalles, y otras en los que no se ve absolutamente nada, sólo lo que decida la imaginación del espectador.
No es país para viejos no es una obra de arte, pero sí es una buena película, donde el trío formado por Josh Brolin, Tommy Lee Jones, y un genial y caracterizado psicópata en la persona de Javier Bardem, se reparten el minutaje de la película, prácticamente sin interactuar entre ellos, como si de tres historias diferentes se trataran unidas por un hilo conductor.
Sorprendente, inusual, genuina, gamberra, jocosa en ocasiones, dura y cruel en otras, pero sobre todo distinta.
Sobresaliente, 9.